No encontraba una razón para volver a escribir en este descuidado blog, tan carente de consideración con su escaso, pero fiel público. En fin, el caso es que la ocasión lo merece, y punto.
En este caso la ocasión consiste,básicamente, en que a mi amigo Paco le ha crecido un árbol en forma de libro. Y con éste me sucede algo que no me sucede con muchos libros, y es que puedo decir sin haberlo leido todavía que es un tesoro, uno que no busca llegar al millón de ejemplares pero que rebosa vida, memoria y destino. Un pasajero cruzando la gran marejada de la historia del siglo XX.
Y la verdad es que habiendo tenido noticia de su proceso de gestación, el nacimiento del árbol de la memoria merecía con creces la ruptura de mi aislamiento bloguero.
En este caso la ocasión consiste,básicamente, en que a mi amigo Paco le ha crecido un árbol en forma de libro. Y con éste me sucede algo que no me sucede con muchos libros, y es que puedo decir sin haberlo leido todavía que es un tesoro, uno que no busca llegar al millón de ejemplares pero que rebosa vida, memoria y destino. Un pasajero cruzando la gran marejada de la historia del siglo XX.
Y la verdad es que habiendo tenido noticia de su proceso de gestación, el nacimiento del árbol de la memoria merecía con creces la ruptura de mi aislamiento bloguero.