martes, 23 de marzo de 2010

Nueve Milímetros Palabrerum: Francisco Cuchitriles





Francisco cuchitriles, agudo seudónimo detrás del que se esconde el inoperante Paco cuchitriles, presidente de una institución que guarda parecido con su apellido, era o fue en su día un político, pero hoy su figura se acerca mucho más a la de probador de camas de hoteles de lujo pagados por todos o a la de catador de wishkey de malta por la patilla, que es como sabe bien el wishkey de malta postadolescente.

Pues el Señor cuchitriles, que le cogió gustillo a eso de la alta hostelería por cuenta ajena, se resiste con uñas y dientes a ceder un microgramo de cuota de poder a quien sea, y a pesar de que como político no vale ni para hacer croquetas políticas, al ser tan apacible su lujosa vida se resiste a a cambiarla por un vinico y una petanca en el club del jubilado. Y es que darnos no podrá darnos mucho, borracho de poder, de soberbia y de ineficacia irresponsable; ya que no es más que una pieza mohina del mohoso panorama político gaditano que provoca a partes iguales hastio, risa y llanto.

Como parece evidente que esta mucho más acabado que las grecas, como su insigne incubo mojama, deberiamos plantearnos la creación de un residencia de políticos acabados allá por la Martinica o más lejos y nombrarle presidente, que es lo que le mola al moreno.

domingo, 14 de marzo de 2010

Largo domingo de regreso

Llevaba mucho tiempo sin visitar el último escondrijo, y al girar el pomo y abrir la puerta, una pequeña nube de polvo se levantó alrededor de sus botas, dándoles la bienvenida; y sobre el viejo sillón de piel gastada crujían nerviosas las páginas de un periódico de hacía varios meses en el que, en una arrugada Roman Paladino, todavía podían leerse estas palabras: Ministro Corbacho: Nunca llegaremos a los cuatro millones de parados. En ese momento, el habitante del último escondrijo recordó de golpe el motivo de su ausencia. Había salido a por munición. Y comenzó a cargar su vetusta escopeta de palabras, mientras sonaba esta canción.