Fue el objetivo de aquel manido tópico de "te pego leches" que en los ochenta se puso de moda como las hombreras y las corbatas de teclas de piano. Y parece que ha vuelto, aunque para lo que ha dicho se podía haber quedado en los ochenta y que hubieran vuelto Enrique y Ana, los abanicos de Lokomia o Chema el entrañable panadero de Barrio Sésamo.
Y es que el tipo en cuestión se ha desmarcado con un comentario que merece un sesudo análisis. Ha dicho algo así como que las mentes pensantes van a huir e la política y que a los puestos de la alta administración van a acabar llegando solo analfabetos debido a la pobredumbre de los sueldos. Toma ya.
Será que el señorito, entre Ferreros Rocheres y Moncheris, tiene un escasito contacto con el mundo real, porque lo que ha dicho es para saltarle de una hostia todos los empastes de porcelanosa.
En primer lugar en esta España en la que yo vivo, carente de moncherises y de defecaciones en tronos de porcelanosa, los políticos son analfabetos , lo eran cuando cobraban un pastizal y los son ahora que cobran el noventa porciento de un pastizal(Ver Leire Pajín). Porque el dinero que cobran no les vuelve cultos y formados (ver Leire Pajín) y sobre todo porque no se les exige formación alguna para serlo; aspecto en el que no se centra Boyer, más preocupado por que a sus recepciones de verano puedan asistir sus amigotes vistiendo de Prada que por el embrutecimiento cultural de la clase política que por otra parte da asco verla. Al no mencionar ese segundo aspecto, sus declaraciones son de un elitismo que apesta, así como de una galopante gilipollez.
Y es que política y la formación académica en España son términos contradictorios, pero no por los sueldos, lo son por que lo único que se necesita para acceder la alta política es un puto enchufe (ver Leire Pajin), no un master ni dos ni tres, uno grande eso sí, pero solo un enchufe.
De todas maneras le voy a perdonar la vida a Miguelito por simple pena. Será que la música de sus hijastros o las sesudas conversaciones de Chabeli en el desayuno han acabado convirtiéndolo en un tarado.Se entiende.
Y es que el tipo en cuestión se ha desmarcado con un comentario que merece un sesudo análisis. Ha dicho algo así como que las mentes pensantes van a huir e la política y que a los puestos de la alta administración van a acabar llegando solo analfabetos debido a la pobredumbre de los sueldos. Toma ya.
Será que el señorito, entre Ferreros Rocheres y Moncheris, tiene un escasito contacto con el mundo real, porque lo que ha dicho es para saltarle de una hostia todos los empastes de porcelanosa.
En primer lugar en esta España en la que yo vivo, carente de moncherises y de defecaciones en tronos de porcelanosa, los políticos son analfabetos , lo eran cuando cobraban un pastizal y los son ahora que cobran el noventa porciento de un pastizal(Ver Leire Pajín). Porque el dinero que cobran no les vuelve cultos y formados (ver Leire Pajín) y sobre todo porque no se les exige formación alguna para serlo; aspecto en el que no se centra Boyer, más preocupado por que a sus recepciones de verano puedan asistir sus amigotes vistiendo de Prada que por el embrutecimiento cultural de la clase política que por otra parte da asco verla. Al no mencionar ese segundo aspecto, sus declaraciones son de un elitismo que apesta, así como de una galopante gilipollez.
Y es que política y la formación académica en España son términos contradictorios, pero no por los sueldos, lo son por que lo único que se necesita para acceder la alta política es un puto enchufe (ver Leire Pajin), no un master ni dos ni tres, uno grande eso sí, pero solo un enchufe.
De todas maneras le voy a perdonar la vida a Miguelito por simple pena. Será que la música de sus hijastros o las sesudas conversaciones de Chabeli en el desayuno han acabado convirtiéndolo en un tarado.Se entiende.