sábado, 4 de octubre de 2008

El efecto Olivier


El partido Socialista Francés tiene un problema, esta perdiendo protagonismo y votantes entre la izquierda francesa gracias a un tal Olivier Besancenot, un joven izquierdista francés que maneja un discurso que huele a nuevo, a fresco, a ventanas abiertas, lejos del socialismo apoltronado y descafeinado, de merchandising y logotipo cuyos dirigentes hace ya tanto tiempo que visten con trajes hechos a medida que no recuerdan sus orígenes, ( Cualquier parecido con el socialismo en Andalucía es absolutamente cierto ) .

En su discurso caben, además, críticas ferreas a todos los experimentos realizados por la izquierda en el sXX, "No soy ni trotskista, ni guevarista ni luxembuguista (por Rosa Luxemburgo), soy un revolucionario. Y la revolución precisa de ser reinventada, porque ningún experimento revolucionario ha tenido éxito. Muchos de ellos terminaron como caricaturas sangrientas." Su actitud demuestra que es compatible ser de izquierdas con ser autocrítico y solvente, cosa que no debe saber el Señor Llamazares.

Pues resulta que el barbilampiño chaval está diecisiete puntos por encima en las encuestas de Segolenne Royal (a la que entre otras cosas se le puede suponer algun grupo mediatico a favor, como aquí) y que en la France empiezan a considerarle el único opositor real al Pepito Piscinas de Sarkozy.

Y será que me estoy haciendo mayor pero hacía muchos años que no escuchaba a alguien hablar desde la izquierda real de manera tan lúcida, crítica, solvente y pasional. Así que desde el último escondrijo solo puedo decirle "a reinventar, hasta enterrarlos en el mar".





1 comentario:

Paco Piniella dijo...

He estado leyendo cosas de este "cartero rojo" y me he quedado fascinado como tu. Es hora de una Izquierda nueva, eso no cabe duda.
Salud y República!

p.d. Te he puesto en mi lista de blogs amigos