Plaza Ásdrubal 12 de la mañana, delegación provincial, una persona o ser humano individual pretende conseguir que le sellen una copia de su título universitario, para matricularse en un curso y ampliar su formación. Se dirige al mostrador llamado información haciendo educadamente la demanda. El funcionaro del área de información, absolutamente desbordado en el noble trabajo de contar moscas, responde a la demanda con incipientes síntomas de ictus: Prueba en esa mesa, señala nervioso a una compañera que se encuentra a escasos dos metros enfrascada en la ardua labor de mantener sus rizos firmes y elásticos al mismo tiempo.
12.30 de la mañana. El paciente individuo, se dirige a la funcionaria y repite su demanda one more time, y desata un complejo mecanismo de neurotransmisores y estructuras neuronales de miles de años de evolución para argumentar profusamente todas las razones por las que a ella no le corresponde ese cometido,todas excepto una, fundamental para el demandante. ¿Quien cojones se encarga de hacerlo?
13.00 El ser humano demandante de un servicio de la administración se esta fumando un cigarro en la puerta del edificio intentando averiguar de que manera podría sacar al menos una respuesta que le oriente hacia un lugar determinado, de repente se le enciende la bombilla, y decide dirigirse a la conserjería de empleo, basándose en el hecho de que al ser un curso destinado a la mejora de la formación laboral,quizá en empleo consiga la maldita compulsa. Y encamina sus pasos hacia dos funcionarias pertenecientes a dicha administración, esperando educadamente a que concluyan un parloteo que, aunque no lo parecía, seguro que se centraba en lo profesional.
13.15. El individuo vuelve a repetir su demanda, esta vez a dos decrépitas, impertinentes y desinformadas cabezas de chorlito completamente incapaces de entender que si te exigen una compulsa en una determinada universidad no te la van a dar ellos, porque si fuera así no te lo pedirían. Pero eso sí diestras con una precisión de neurocirujano a la hora de argumentar porqué estaban al 120 por ciento seguras de que a ellas no les correspondía tan arduo cometido.
13.30 Con la intención ya de despejar incógnitas para en un futuro próximo continuar la búsqueda de la compulsa, el individuo se dirige a la oficina más cercana del servició andaluz de empleo, donde después de repetir el proceso, número, espera, cola, plantear demanda, recibir negativa, y despedirse, esta vez atendido por una joven funcionaria,que al menos se molesto en preguntar a su jefe, cosa que la convierte en una Stajanova del funcionariado andaluz, se marcha pensando si habrá sido él la primera persona que plantea esa pregunta a una administración, si de una extraña y enfermiza manera hizo historia.
12.30 de la mañana. El paciente individuo, se dirige a la funcionaria y repite su demanda one more time, y desata un complejo mecanismo de neurotransmisores y estructuras neuronales de miles de años de evolución para argumentar profusamente todas las razones por las que a ella no le corresponde ese cometido,todas excepto una, fundamental para el demandante. ¿Quien cojones se encarga de hacerlo?
13.00 El ser humano demandante de un servicio de la administración se esta fumando un cigarro en la puerta del edificio intentando averiguar de que manera podría sacar al menos una respuesta que le oriente hacia un lugar determinado, de repente se le enciende la bombilla, y decide dirigirse a la conserjería de empleo, basándose en el hecho de que al ser un curso destinado a la mejora de la formación laboral,quizá en empleo consiga la maldita compulsa. Y encamina sus pasos hacia dos funcionarias pertenecientes a dicha administración, esperando educadamente a que concluyan un parloteo que, aunque no lo parecía, seguro que se centraba en lo profesional.
13.15. El individuo vuelve a repetir su demanda, esta vez a dos decrépitas, impertinentes y desinformadas cabezas de chorlito completamente incapaces de entender que si te exigen una compulsa en una determinada universidad no te la van a dar ellos, porque si fuera así no te lo pedirían. Pero eso sí diestras con una precisión de neurocirujano a la hora de argumentar porqué estaban al 120 por ciento seguras de que a ellas no les correspondía tan arduo cometido.
13.30 Con la intención ya de despejar incógnitas para en un futuro próximo continuar la búsqueda de la compulsa, el individuo se dirige a la oficina más cercana del servició andaluz de empleo, donde después de repetir el proceso, número, espera, cola, plantear demanda, recibir negativa, y despedirse, esta vez atendido por una joven funcionaria,que al menos se molesto en preguntar a su jefe, cosa que la convierte en una Stajanova del funcionariado andaluz, se marcha pensando si habrá sido él la primera persona que plantea esa pregunta a una administración, si de una extraña y enfermiza manera hizo historia.