jueves, 30 de octubre de 2008

Jalogüín



La mejor muestra de globalización es sin duda la globalización de las preocupaciones, el hecho de que ahora mismo de Camberra a Toronto la gente corriente, que es la que mueve el mundo, tenga un problema principal: pagar la puta hipoteca. Pero quizás la segunda mejor muestra de ese maravilloso proceso que nos esta convirtiendo a todos en el mismo imbécil sea Jalogüin.

Y no es que me moleste que niños y niñas corran por las calles vestidos de Fredie Kruger y Cristina Tárrega. Ni que llamen a la puertas de jubilados no anglófilos, en los que se adivina cierta mueca mezcla de terror y desorientación cuando tienen que responder a la temida pregunta: ¿truco o trato?. Lo que verdaderamente me enerva es que tengamos que importar tradiciones oscuras, macabras y tétricas teniendo nosotros la Semana Santa. Y es que yo estoy seguro de que la estampa de dos filas de penitentes con sus velas alumbrando una oscura calle llena de vetustas beatas en silencio haría giñarse al mismísimo Batman.

Por eso, desde el último escondrijo propongo que para ahorrar en estos tiempos de crisis vistan a sus niños y niñas de penitentes o de beatas en Jalogüin. Porque, díganme, ¿que da más miedo una beata o un vampiro?

1 comentario:

Paco Piniella dijo...

Hoy ma´punto al Tenorio, que eso sí que mola (en el Muñoz Seca, en El Puerto)!
Pero creo que este año el Gobierno ha intervenido en un ligero cambio de guión para que Doña Inés en un gesto de vindicación feminista salga en minifaldas y Don Juan, macho concienciado y converso, en vaqueros pitillos, camiseta ajustada y haciendose una tortillita a las finas yerbas.
Lo de la Semana Santa no me había fijado yo bien, pero es verdad tio, es que en verdad los españoles somos los inventores del Mundo-mundial, inventamos el Jalogüín pero nos "esquivocamos" de fecha, no podemos ser perfecto!!