jueves, 30 de octubre de 2008

Secretly (dadle al video mientras leeis)



Hace unos años, cuando andaba en las lejanas tierras del norte faciendo entuertos, tuve la oportunidad de atravesar caminando la peor tormenta de lluvia y viento que he visto en mi vida.

Las gotas caían con tanta fuerza que parecía que iban a perforar mi viejo esquimo, mi abrigo de loneta forrado de borrego sin el que ahora no estaría vivo, azotadas por un furioso viento del norte que casi te paralizaba el pensamiento. Tenía que caminar una medía hora para llegar a la facultad a punto para una clase.

Y comenzó a sonar en mi walkman ( que para el que no lo sepa era un práctico aparato que en el siglo XX usábamos para oír música ) esta canción de los skun anansie mientras recorría una calle a duras penas para llegar a un atajo hacia la facultad que consistía en cortar camino a través de un instituto. No había un alma por ningún lado. Los cubos de basura literalmente volaban por los aires junto a ramas y más cosas que no me paré a a identificar preocupado como estaba por mantenerme pegado al suelo. El sonido de la lluvia sobre la dura capucha de mi empapado esquimo rivalizaba con la maravillosa voz de la vocalista de los skun, y el mundo parecía que iba a partirse en mil pedazos. De pronto una extraña fiebre mística se apoderó de mí cuando atravesaba ese instituto. Y varié el rumbo, y en lugar de atravesarlo comencé a correr por el verde campo de fútbol, eufórico, poseído, gritando, como un loco. Llegue hasta el centro del campo, me quite la capucha y mirando al cielo bebí algo de agua de lluvia. Fue un momento anacoreta espectacular.

El trance duró lo que la canción y creo que no salí volando por que el esquimo empapado pesa como una armadura de plomo. Cuando llegué a la facultad me encontré con que habían suspendido las clases por la tormenta, pero no me importó. Así que de alguna manera, cada vez que oigo esta canción y cierro los ojos, llueve en Normandía.



2 comentarios:

TATIANA SANCHEZ SIERRA dijo...

no me lo habias contado!!!
Precioso.
Pues menos mal que no te fuiste volando como para perder el norte y volviste a cadiz para conocerme, jeje

Paco Piniella dijo...

Fernando, si puedes lee la Tribuna que he escrito hoy en el Diario se llama "El tiempo del cartero", me acabo de hacer fans de tu cartero Olivier, espero te guste. Un abrazo