El héroe descalzo

Se llama Muntazer al Ziadi, y es de los poquitos seres humanos de este planeta que podría decir que tuvo a más de medio mundo en sus zapatos."este es tu beso de despedida, perro" dijo antes de lanzarle dos sendos mocasinazos a uno de los mayores hijos de puta que en el mundo han sido. Yo lo lamento enormemente, pero solo por mi perro. Me ofusca sobremanera que mi perro, unos siete escalones evolutivos por encima de Bush y de nobleza incomparable, se sienta relacionado con semejante escoria. Lo de los zapatos de Muntzaner me parece ( no tengo otra manera de definirlo mejor, lo siento) de dos cojones. Pónganse en su lugar, ese tipo en una sala de prensa pequeña, rodeado del servicio de seguridad de Bush que digamos que son más de cuatro y que no van armados con pistolas que disparan flores ni cartelitos que dicen bang, escuchándole descompuesto decir gilipolleces mientras muerde sus labios pensando "Maldito cabrón, has matado a tanta gente inocente, y encima tenemos que agradecertelo". Y entonces llega el momento en que se colma su paciencia y resuelve en un acto de valentía nada desdeñable ejecutar el siguiente pensamiento " aunque sea te meto dos viajes con los zapatos me cago en mi calavera", y va y lo hace. Y se habrá comido por ello hostias para llenar este blog, pero Muntazer se quedó descalzo por sentirse libre. Un gesto a veces vale más que mil palabras. Solo debe pedirle disculpas a los perros.