No me interesa demasíado lo que dicen, si el derecho que tienen a decir lo que piensan. De hecho no comparto muchas de sus opiniones y creo que detrás de sus movimientos se adivina cierta ansiedad de conquista, de poder, ansiedad que si ya muestran ahora, que tienen más fácil eso de ir de progres pijitos de diseño sin levantar nauseas, si alguna vez alcanzan un puesto de poder ya se preocuparán en mostrarnos lo que la verdad esconde debajo de sus máscaras. Pero eso sí, lo que los convierte ocasionalmente en válidos, es el absoluto total y completo demérito ajeno, quiero decir, con los dirigentes actuales del Psoe local en Cádiz, incluso el listo Hans, un caballo que a principios del siglo XX tenia maravillados a los científicos, parecería una opción más solvente que gente que lleva desde 1995 encadenando fracasos y que tiene todos sus recursos volcados en impedir, como si fuera posible, que las voces críticas desarrollen sus propuestas lejos de foros a los que es obligatorio asistir amordazado.
Este es el tipo de acto que denota cuales son las carencias del que se sabe con potestas (autoridad entregada por un poder superior, Pizarrus en este caso), pero sabe que la autoritas ( liderazgo) se encuentra a unos quince mil años luz. Y viven intentando creer que la gente piensa lo mismo que ellos de sí mismos, y el que diga, exprese, o deje entrever lo contrario a la puta rue.
Y ese es el tema que hoy nos ocupa, queridos amigos del último escondrijo, el expediente a doce militantes del Psoe de Cádiz, a los que yo no entregaría mi voto, pero darles boleto por pensar diferente en el partido que quiere abanderar en Cádiz el progreso me parece injusto.
En cierto modo su situación me despierta cierta empatía, siendo bloguero y despotricando lo mejor que puedo sobre lo que me da la gana, resulta inevitable; pero a diferencia de ellos, como no milito más que en un foro del Barça a mi solo pueden expedientarme el carnet de la biblioteca. Eso crea un contexto paradójico, que tenga más libertad para expresar opiniones alguien de fuera del Psoe en Cádiz, que sus propios militantes. Ah Cádiz, cuna de las libertades...
Este es el tipo de acto que denota cuales son las carencias del que se sabe con potestas (autoridad entregada por un poder superior, Pizarrus en este caso), pero sabe que la autoritas ( liderazgo) se encuentra a unos quince mil años luz. Y viven intentando creer que la gente piensa lo mismo que ellos de sí mismos, y el que diga, exprese, o deje entrever lo contrario a la puta rue.
Y ese es el tema que hoy nos ocupa, queridos amigos del último escondrijo, el expediente a doce militantes del Psoe de Cádiz, a los que yo no entregaría mi voto, pero darles boleto por pensar diferente en el partido que quiere abanderar en Cádiz el progreso me parece injusto.
En cierto modo su situación me despierta cierta empatía, siendo bloguero y despotricando lo mejor que puedo sobre lo que me da la gana, resulta inevitable; pero a diferencia de ellos, como no milito más que en un foro del Barça a mi solo pueden expedientarme el carnet de la biblioteca. Eso crea un contexto paradójico, que tenga más libertad para expresar opiniones alguien de fuera del Psoe en Cádiz, que sus propios militantes. Ah Cádiz, cuna de las libertades...
1 comentario:
Que bueno eres, jodido Fernando.
Ganas de verte. Coché
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